El pasado 25 de agosto la ministra de cultura y deportes, Sílvia Riva, acompañada de Laura Mas, cónsul mayor de Encamp, David Astrié, cónsul menor de Andorra la Vella, Josep Majoral, cónsul mayor de Sant Julià de Lòria y Rosa Gili, cónsul mayor de Escaldes- Engordany, visitaron los trabajos de intervención arqueológica de la Farga del Madriu. El proyecto, pilotado por el departamento de Patrimoni Cultural, tiene por objetivo salvaguardar este yacimiento arqueológico y potenciar un emplazamiento singular y ejemplo único de la fragua catalana del siglo XVIII inédito en los Pirineos.
La Farga es un yacimiento arqueológico declarado Bien de Interés Cultural que se encuentra ubicado en el Valle del Madriu-Perafita-Claror, un paisaje cultural considerado patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Es el primer proyecto de conservación integral que se realiza en el valle, y tendrá una duración de tres años. El equipo está formado por técnicos del laboratorio LAPA_IRAMAT, de la Asociación de los Bâtisseurs en Pièrres Sèches, y del Departamento de Patrimonio Cultural del Gobierno, en el Valle del Madriu-Perafita-Claror y del común de Andorra la Vella, que aprovecharán la estancia de los especialistas de la piedra seca para formar a técnicos propios.
Junto a la agricultura y la ganadería, la siderurgia ha sido uno de los pilares de la economía andorrana en la época moderna. Entre los siglos XVIII y XIX se estima que hubo 16 fraguas en Andorra, 8 de las cuales funcionaron de forma simultánea. Una de ellas es la que se conoce como la Farga de Escaldes, que se levantó en el valle del Madriu en el lugar que hoy se llama Solà de la Farga. El dominio de la fragua se extendía desde el sector de Engolasters y de la umbría de Escaldes hasta las cabeceras de los valles del Madriu, Perafita y Claror.
La Farga es un yacimiento arqueológico declarado Bien de Interés Cultural que se encuentra ubicado en el Valle del Madriu-Perafita-Claror, un paisaje cultural considerado patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Es el primer proyecto de conservación integral que se realiza en el valle, y tendrá una duración de tres años. El equipo está formado por técnicos del laboratorio LAPA_IRAMAT, de la Asociación de los Bâtisseurs en Pièrres Sèches, y del Departamento de Patrimonio Cultural del Gobierno, en el Valle del Madriu-Perafita-Claror y del común de Andorra la Vella, que aprovecharán la estancia de los especialistas de la piedra seca para formar a técnicos propios.
Junto a la agricultura y la ganadería, la siderurgia ha sido uno de los pilares de la economía andorrana en la época moderna. Entre los siglos XVIII y XIX se estima que hubo 16 fraguas en Andorra, 8 de las cuales funcionaron de forma simultánea. Una de ellas es la que se conoce como la Farga de Escaldes, que se levantó en el valle del Madriu en el lugar que hoy se llama Solà de la Farga. El dominio de la fragua se extendía desde el sector de Engolasters y de la umbría de Escaldes hasta las cabeceras de los valles del Madriu, Perafita y Claror.